Hace unas semanas, junto a unos amigos, decidimos escaparnos un fin de semana a Miranda do Douro, una encantadora ciudad portuguesa que nos sorprendió por su cercanía y su belleza natural. Situada justo en la frontera con España, apenas a una hora en coche desde Zamora capital, esta pequeña localidad nos recibió con un aire tranquilo y un entorno espectacular, al estar enclavada en pleno Parque Natural do Douro Internacional.
Pertenece al distrito de Braganza, en la región de Trás-os-Montes, y su ubicación es perfecta para una escapada corta: está a solo 12 km de Torregamones y a 13 km de Gamones. Ideal para cruzar la frontera y, en apenas unos minutos, sentir que estás en un lugar completamente distinto. Desde el primer momento, supimos que el fin de semana prometía.

Qué ver en Miranda Do Douro
Aunque muchos cruzan la frontera para hacer compras —es típico volver con alguna toalla, juego de sábanas o incluso un mantel portugués— lo cierto es que Miranda do Douro tiene mucho más que ofrecer. Nosotros no teníamos pensado visitar la zona portuguesa de Arribes, y la verdad es que nos sorprendió gratamente.
Es un destino perfecto para combinar turismo, naturaleza y cultura. Por eso, si estás pensando en visitarlo, aquí te contamos qué ver en Miranda do Douro, con los lugares imprescindibles que no te puedes perder para disfrutar al máximo de este encantador rincón del norte de Portugal.
Muralla de Miranda Do Douro

Una de las primeras cosas que nos llamó la atención al llegar al casco urbano de Miranda do Douro fue su antigua muralla. Aunque no se conserva en su totalidad, todavía se pueden ver algunos tramos y restos que nos permiten imaginar cómo fue esta fortificación en su época.
Paseando junto a ella, sentimos que estábamos ante un vestigio histórico de gran valor. Se cree que esta muralla tiene un origen prerrománico, construida entre los siglos IX y XI, y su principal función era proteger la ciudad. Aunque hoy en día solo queden fragmentos, es fácil dejar volar la imaginación y pensar en cómo debía imponerse en lo alto del valle del Duero siglos atrás.
Puertas de Miranda Do Douro

Justo al lado de los restos de la muralla, nos encontramos con otro de los elementos que más nos gustaron del casco histórico: las antiguas puertas de acceso a Miranda do Douro. Como en muchas ciudades amuralladas, estas puertas eran el paso obligado para los vecinos y mercaderes que llegaban cargados de productos para comerciar.
Nos contaron que en su época medieval, la ciudad llegó a tener cuatro puertas principales y diez torres defensivas desde las que se vigilaba cualquier movimiento en los alrededores. Hoy, aunque gran parte de esa estructura ha desaparecido, todavía se conserva una de esas puertas en perfecto estado, y nos pareció impresionante. Está flanqueada por dos grandes torres que fueron reconstruidas en el siglo XVI, y que aún hoy parecen dar la bienvenida a quienes se acercan al corazón histórico de la ciudad.
Castillo de Miranda Do Douro
Cuando fuimos a ver el castillo de Miranda do Douro, lo primero que nos advirtieron es que no esperáramos una fortaleza imponente como las de otros destinos. Y tenían razón… pero eso no le resta interés ni emoción a la visita.

Lo que encontramos fueron ruinas que han resistido al paso del tiempo, y que permiten imaginar cómo debió ser aquel castillo que dominaba la ciudad desde lo alto. Nos contaron que fue construido en el siglo XII y que se amplió en el siglo XVII, justo antes de que las tropas francesas de Carlos III lo destruyeran durante la Guerra de los Siete Años, en 1762.
Hoy sólo quedan algunos muros en pie, pero basta con cerrar los ojos un momento para imaginar su magnitud. Además, el entorno tiene algo especial, como si el silencio que lo rodea guardara todavía el recuerdo de lo que allí ocurrió. Sin duda, es una parada que merece la pena para comprender la historia de la ciudad y rendir homenaje a quienes la vivieron.
Catedral de Miranda Do Douro
No todas las ciudades pequeñas pueden presumir de tener su propia catedral, pero Miranda do Douro es una de esas excepciones que sorprenden. Nada más verla, nos dimos cuenta de que estábamos ante uno de los grandes tesoros del lugar.
La catedral comenzó a construirse en el siglo XVI, en un momento en que la diócesis de Miranda quiso marcar territorio frente a Braganza. Durante un tiempo, Miranda fue sede episcopal, pero tras la Guerra de los Siete Años, la ciudad entró en decadencia. Aunque la catedral sobrevivió al conflicto, el obispo decidió trasladarse a Braganza, llevándose consigo la sede de la diócesis.

Hoy en día, es conocida como la concatedral de Miranda do Douro, y es una visita imprescindible. Por dentro, nos impresionó su retablo mayor y, sobre todo, la figura del Menino Jesus da Cartolinha: una imagen del niño Jesús con sombrero de copa y vestidos coloridos que van cambiando según la época del año. No lo esperábamos y nos encantó descubrir esa mezcla de tradición y originalidad que hace único a este templo.
Palacio Episcopal de Miranda Do Douro

Muy cerca de la catedral, fuimos a curiosear lo que queda del antiguo Palacio Episcopal de Miranda do Douro. Al igual que ocurre con el castillo, el edificio ya no se conserva en su totalidad, pero las ruinas que aún permanecen en pie tienen mucho encanto.
Nos sorprendió lo bien que se mantienen algunos elementos, como la puerta principal y varios arcos del antiguo claustro, que en su día rodeaban una zona ajardinada. Paseando por allí, uno puede imaginar el esplendor que tuvo este lugar en el pasado. Incluso en la entrada aún se pueden leer los nombres de los obispos que residieron en el palacio, lo que le da un aire muy especial.
El edificio original se construyó en el siglo XVII, y hoy en día muchos visitantes se acercan hasta aquí para hacer fotos y disfrutar de la atmósfera tranquila que rodea a estas piedras cargadas de historia. Nosotros, por supuesto, también aprovechamos para hacer unas cuantas.
Museo de la Terra de Miranda

Una de las cosas que más nos sorprendió de Miranda do Douro fue descubrir que no solo tiene una identidad muy marcada, sino también su propio idioma: el mirandés. Para conocer mejor sus costumbres y tradiciones, decidimos visitar el Museo da Terra de Miranda, y la verdad es que fue todo un acierto.
El museo es pequeño pero muy completo, y está lleno de objetos que reflejan la vida cotidiana, el folclore y la historia cultural de la región. Nos encantó ver cómo eran los antiguos talleres de lino, las fraguas, y hasta una recreación de las cocinas tradicionales. Todo está muy bien conservado y explicado, lo que hace que el recorrido sea muy ameno.
Si te interesa entender un poco más la esencia de esta tierra y su gente, este museo es una parada imprescindible. Nosotros salimos con la sensación de haber viajado también al pasado.
Plaza principal de Miranda Do Douro
En nuestro viaje o escapada a Miranda Do Douro no puede faltar una visita a su plaza mayor o plaza principal.
Nadie puede negar que la mayoría de los pueblos pequeños tienen una plaza con encanto y Miranda Do Douro no es una excepción.

Durante nuestro paseo por el centro de Miranda do Douro, llegamos a su plaza principal, uno de esos lugares que invitan a detenerse un rato y simplemente observar. Allí se encuentra el edificio que hoy funciona como ayuntamiento, y justo al lado, una pequeña y encantadora iglesia: la Iglesia de la Misericordia, construida a mediados del siglo XVI.
Pero lo que más nos llamó la atención fue la escultura que preside el centro de la plaza, dedicada a la tradicional Capa de Honras Mirandesa. No la conocíamos, y nos pareció muy curioso descubrir que esta prenda masculina, de gran simbolismo, se usaba para recibir a personalidades o en actos solemnes. Su origen está ligado a la zona de Zamora y al oeste de Portugal, lo que refuerza ese vínculo tan estrecho entre ambas culturas.
Por supuesto, nos hicimos una foto junto a la escultura, porque representa muy bien la identidad y el orgullo de esta ciudad. Si visitas Miranda, no dejes de pasar por aquí. La plaza tiene un ambiente muy agradable y es perfecta para una pausa entre visita y visita.
Qué hacer en Miranda Do Douro en un día
Anteriormente, te hemos explicado qué ver en Miranda Do Douro, cuáles son aquellos edificios y monumentos que resultan especialmente interesantes de la ciudad portuguesa. Pero si quieres pasar más de un día en dicha ciudad, vamos a ofrecerte algunas ideas de qué hacer en Miranda Do Douro:
Crucero fluvial por el Duero

Una de las actividades que más disfrutamos durante nuestra escapada a Miranda do Douro fue, sin duda, el crucero fluvial por el Duero. Ya habíamos oído hablar de él, pero vivirlo en persona fue una experiencia única.
El paseo en barco recorre uno de los tramos más espectaculares del Parque Natural do Douro Internacional, y durante el recorrido pudimos admirar de cerca la geografía escarpada, la flora típica de la zona y varias especies de aves que habitan en los cañones del río. El guía nos iba explicando todo con mucho detalle, lo que hizo el trayecto aún más interesante.
Además, el crucero incluye una pequeña degustación de vino de Oporto, perfecta para disfrutar del paisaje con una copa en la mano, y al final del recorrido nos sorprendieron con una exhibición de aves rapaces que nos dejó con la boca abierta.
Si visitas Miranda do Douro, no puedes perderte esta experiencia. Es una forma diferente y muy especial de conectar con la naturaleza y entender la belleza del entorno.
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Visita al Parque del río Fresno

Durante nuestra visita a Miranda do Douro, decidimos acercarnos al Parque del río Fresno, un espacio natural que nos sorprendió por lo bien cuidado que está y por lo agradable que resulta para dar un paseo tranquilo. Está ubicado justo al lado del río que le da nombre, y es perfecto para desconectar un rato entre naturaleza.
Recorrimos sus senderos sin prisas, disfrutando del entorno y de las vistas desde la pasarela de madera, que permite contemplar el paisaje desde otra perspectiva. Es un parque urbano, pero tiene ese aire de tranquilidad que te hace olvidar que estás tan cerca del centro del pueblo.
En el corazón del parque encontramos el Ecocentro Micológico Terra de Miranda, un espacio dedicado a las setas y al mundo micológico, donde se organizan exposiciones y eventos durante todo el año. Aunque no tuvimos la suerte de coincidir con una actividad en ese momento, el lugar nos pareció muy interesante y diferente.
Mirador de la Fraga Do Puio

Antes de terminar nuestra escapada, decidimos hacer unos kilómetros más —apenas 18 desde el centro de Miranda do Douro— para visitar uno de los lugares más espectaculares de la zona: el mirador de la Fraga do Puio, en el pequeño pueblo de Picote.
Aunque no está exactamente en Miranda, el ayuntamiento de la ciudad colaboró en su reconstrucción tras un incendio devastador que destruyó parte de la estructura original, que era de madera. Hoy en día, gracias a ese esfuerzo, el mirador cuenta con una plataforma acristalada que te deja sin aliento: cuando te asomas, sientes literalmente que estás flotando sobre el cañón del Duero.
Las vistas son impresionantes. Ver el río desde esa altura, encajonado entre paredes verticales de roca, es una imagen que se te queda grabada. Sin duda, fue el broche perfecto para terminar el fin de semana con una buena dosis de naturaleza y vértigo.
Cómo llegar a Miranda de Duero desde Madrid
MEJOR OPCIÓN: Tren y coche.
- Duración: 2h 16min
- Toma el tren desde Madrid Chamartín hasta Zamora.
- Toma el autobús desde Zamora hasta Fonfría.
- Transporte: Tren y autobús.
- Duración: 3h 34min
3. Conduce desde Madrid a Miranda de Duero, 308,1 km.
- Transporte: Coche.
- Distancia: 308,1 km
- Duración: 3h 15min
La manera más económica y rápida de viajar desde Madrid a Miranda de Duero es combinando tren y coche, con una duración de 2h 16m.
La distancia entre Madrid y Miranda de Duero es de 289 km, mientras que la distancia por carretera es de 308,1 km. El viaje tiene aproximadamente 2h 16m incluyendo transbordos.
Cómo llegar a Miranda de Duero desde Zamora
Hay dos maneras de llegar desde Zamora hasta Miranda de Duero: en autobús o en coche.
- Toma el autobús desde Zamora hasta Fonfría.
- Conduce desde Fonfría a Miranda de Duero.
- MEJOR OPCIÓN: Autobús y coche.
- Duración: 1h 9min.
- Conduce desde Zamora a Miranda de Duero, 56 km.
- MÁS BARATO: En coche.
- Distancia: 56 km.
- Duración: 50 min.
La forma más barata y rápida de ir desde Zamora a Miranda de Duero es en coche, con una duración de 50 min.
La distancia entre Zamora y Miranda de Duero es de 71 km. La distancia por carretera es de 56 km.
El viaje tiene aproximadamente 1h 9m incluyendo el transbordo.
Dónde comer en Miranda Do Douro
Después de tanto caminar y descubrir rincones con encanto, llegó el momento que todos esperábamos: comer en Miranda do Douro. Ya habíamos oído hablar de la fama de la cocina portuguesa, pero vivirlo en primera persona fue otro nivel.
La gastronomía local es abundante, sabrosa y muy auténtica, así que no podíamos irnos sin probar algunos de sus platos más tradicionales. Desde carnes a la brasa hasta el bacalao preparado de mil formas, todo nos sorprendió por su sabor casero y generoso.
Si estás planeando tu visita y no sabes por dónde empezar, aquí te dejamos algunos de los restaurantes donde comimos o que nos recomendaron los propios locales, y donde seguro disfrutarás tanto como nosotros.
- Restaurante O Mirandês: se trata del restaurante más popular de Miranda Do Douro, por lo que te recomendamos reservar antes de ir. En él tendrás la oportunidad de probar una fabulosa fusión entre cocina tradicional y cocina moderna.
- Restaurante Sao Pedro: situado en una de las calles principales de la ciudad de Miranda, ofrece comida tradicional con platos abundantes.
- Parador Santa Catarina: nada como comer en el Parador Santa Catarina de Miranda Do Douro para darse un homenaje degustando deliciosos platos con excelentes vistas al parque y al mismísimo río Duero.
Oficina de Turismo de Miranda Do Douro
Si finalmente te has decidido por visitar la ciudad de Miranda Do Douro, no te olvides de pasar por su oficina de turismo.
La Oficina de Turismo de Miranda Do Douro (Posto de Turismo) se encuentra en la Rua 25 de abril, muy cerquita del Hotel Parador de Turismo Santa Catarina.
Curiosidades de Miranda Do Douro
Si has llegado hasta aquí, seguramente también estés pensando en escaparte a Miranda do Douro, y créeme: merece muchísimo la pena. Nosotros fuimos con ganas de desconectar un fin de semana… y volvimos con la sensación de haber descubierto un lugar especial, lleno de historia, cultura y buena comida.
Antes de que organices tu viaje, déjame compartir contigo algunas curiosidades que aprendimos durante nuestra visita y que hacen de esta ciudad algo único. Por ejemplo, aunque estemos en Portugal, muchos de sus habitantes hablan en mirandés, una lengua reconocida oficialmente y que proviene del asturleonés. Pero no te preocupes, porque al igual que en otros pueblos portugueses, la gente es muy amable y te entienden sin problema.
Otro detalle que nos pareció muy bonito es que los pueblos de la zona de Zamora están tan cerca de Miranda que muchos los consideran “hermanos”. Hay una conexión cultural y emocional que se nota en el ambiente.
Y si aún tienes dudas sobre si visitarla o no, te diré que pocas ciudades combinan tan bien naturaleza, tradición y buena mesa. Además, ¿sabías que el castillo fue destruido por una explosión de 17.000 kilos de pólvora? Sólo con eso, ya puedes imaginar la cantidad de historia que guarda este lugar.