Qué ver en Zamora en un día: Diez lugares que no te puedes perder
Zamora, una encantadora ciudad capital de su provincia, alberga a poco más de 60,000 residentes y ofrece múltiples razones para maravillar a quienes la visitan. Se puede explorar sus principales encantos en tan solo una mañana, lo que incluye su destacada arquitectura románica, su bien preservado centro histórico de época medieval, magníficas panorámicas del río Duero y, lo más importante, una atmósfera serena y hospitalaria. Caminar por su antiguo núcleo urbano, que se mantiene alejado del turismo masivo y conserva un genuino espíritu local muy valorado, se convierte en un verdadero placer.
Catedral de Zamora
La Majestuosa Catedral de Zamora
Construida y finalizada en 1174, la Catedral de Zamora se alza como un hito arquitectónico en la región, representando fielmente el estilo Románico del Duero. Entre sus elementos más destacados se encuentra su cúpula de inspiración bizantina, caracterizada por una estructura de escamas de piedra, y su imponente Torre del Salvador. Esta torre, que alcanza los 45 metros de altura, fue erigida durante el siglo XIII, conservando la estética románica. Su campanario, de considerable tamaño, fue añadido posteriormente, marcando un punto de interés único en su diseño.
El Museo Catedralicio
Dentro del complejo de la catedral, se halla el Museo Catedralicio, un espacio dedicado a la conservación y exhibición de piezas de valor histórico y artístico vinculadas a la catedral.
Visita y Tarifas
La Catedral de Zamora abre sus puertas al público siguiendo un horario estacional:
- Desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo: Abre todos los días desde las 10:00 hasta las 14:00 y de 16:30 a 19:00.
- Desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre: La visita se puede realizar todos los días desde las 10:00 hasta las 20:00.
En cuanto a las tarifas, la entrada general tiene un costo de 5 euros, mientras que existe una tarifa reducida de 3 euros aplicable a ciertos visitantes y grupos. Estos precios incluyen el acceso tanto a la catedral como al Museo Catedralicio y al Museo Diocesano, ofreciendo una experiencia completa de la riqueza cultural e histórica de este emblema de Zamora.
Castillo de Zamora: Un Monumento Histórico Imprescindible
Una Fortaleza con Historia
El Castillo de Zamora, erigido en el siglo XI, representa uno de los hitos arquitectónicos y históricos más significativos para visitar en la ciudad de Zamora. Este castillo desempeñó un papel crucial como bastión estratégico para los reinos cristianos durante la Reconquista, enfatizando su valor más allá de su estructura física. A diferencia de ser un palacio, esta fortaleza tenía el propósito de servir de refugio y defensa para la ciudad, consolidándose como un símbolo de la historia de Zamora. En 1931, recibió el nivel más alto de protección por parte del Patrimonio Histórico Español debido a su importancia.
Características Únicas
Construido sobre una base de roca, el castillo se ajusta perfectamente a la topografía irregular del terreno, situándose en el punto más elevado del cerro. Su diseño romboidal se ve acentuado por tres torres, dos de ellas pentagonales y una heptagonal, añadiendo una dimensión distintiva a su estructura. Además, el castillo cuenta con elementos clásicos de defensa como foso, contrafoso, diversas estancias y un patio inferior, pero la torre del homenaje y el foso son, sin duda, sus componentes más emblemáticos.
Tras un periodo de restauración de cuatro años, finalizado en 2009 gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Zamora, el castillo reabrió sus puertas, permitiendo el acceso completo a su estructura, incluidas las almenas. Esto ha transformado el sitio en un extraordinario mirador que ofrece vistas panorámicas de la Catedral, el río Duero y la ciudad, brindando una perspectiva única y espectacular de Zamora.
Información para Visitantes
El acceso al Castillo de Zamora es completamente gratuito, y está abierto para visitas desde el martes hasta el domingo. Los horarios son:
- De 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas la mayor parte del año.
- Entre el 03 de julio y el 16 de septiembre, el horario se ajusta a 10:30 a 14:00 y de 19:00 a 22:00 horas. Los jardines del castillo, un añadido encantador al conjunto, permanecen accesibles desde las 10:00 hasta las 23:00 horas todos los días, invitando a explorar y disfrutar de la serenidad del entorno.
Plaza Mayor de Zamora
La Plaza Mayor de Zamora, caracterizada por su forma rectangular, ha sido históricamente el centro de diversos cambios y remodelaciones. En la actualidad, el lado oeste de la plaza está parcialmente ocupado por la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva. A lo largo del siglo XIX, este espacio experimentó múltiples cambios de nombre.
Originalmente, hasta bien entrado el siglo XX, la plaza estaba circunscrita por viviendas unidas a la mencionada iglesia. No fue sino hasta la década de 1950, cuando se emprendió la restauración de la iglesia, que se tomaron decisiones drásticas para demoler las edificaciones contiguas. Este proceso resultó en la expansión de la plaza, conformando el espacio amplio que hoy se reconoce. Antes de esta ampliación, el área detrás de la Iglesia se conocía como “Plazuela de San Miguel”. Posteriormente, y gracias al diseño del arquitecto español José María Aparicio, este lugar se integró bajo la denominación común de Plaza Mayor. En el año 2004, la plaza conmemoró su quinientos aniversario, marcando un hito en su rica historia.
El Palacio de Arias Gonzalo o Casa del Cid.
Historia y Significado
Conocido tanto como la Casa del Cid como el Palacio de Arias Gonzalo, este emblemático edificio alberga una parte significativa de la historia de León y Castilla. En él se criaron los infantes de León y Castilla, hijos de Fernando I, junto con el célebre Cid Campeador, todos bajo la tutela de Arias Gonzalo. Este lugar no solo es parte de la leyenda del Cid sino que también representa uno de los pocos ejemplares de arquitectura civil románica conservados en España, con orígenes que se remontan al siglo XI. A pesar de su relevancia histórica, el acceso al interior del edificio no está permitido.
Ubicación e Importancia Arquitectónica
Situado en un entorno privilegiado, el Palacio se encuentra cerca de la Puerta del Obispo, enfrentando directamente a la Catedral de Zamora. Este edificio ocupa una posición destacada dentro del primer recinto amurallado de la ciudad, desde donde ofrece vistas impresionantes hacia el río Duero, añadiendo un valor paisajístico a su importancia histórica y arquitectónica.
La Casa del Cid está ubicada específicamente en el lado sur de la Puerta de Olivares, también conocida como la Puerta del Obispo, que en tiempos del Cid era llamada Puerta Óptima. En reconocimiento a su valor cultural y artístico, fue declarado monumento histórico artístico en el año 1931. Hoy en día, este sitio histórico funciona como una residencia privada, manteniendo viva su historia en el corazón de Zamora.
Calle Balborraz
Un Paseo por la Calle Más Pintoresca
Considerada la vía más encantadora de Zamora capital, la Calle Balborraz se destaca como un destino imperdible para cualquier visitante que desee conocer la esencia de la ciudad en apenas un día. Reconocida por su belleza única, esta calle captura la esencia de Zamora gracias a las fachadas coloridas y singulares que le confieren un carácter distintivo y lleno de vida.
Conexión Histórica y Cultural
Sirviendo como un nexo entre el río Duero y la Plaza Mayor, la Calle Balborraz invita a sus visitantes a ascender por su pronunciada pendiente, ofreciendo una experiencia memorable al recorrer uno de los puntos más emblemáticos y fotografiados de Zamora. Este lugar no solo es célebre por su estética, sino también por haber sido catalogada como una de las doce calles más hermosas de España por el Portal Oficial de Turismo de España
Antaño, la Calle Balborraz era el corazón comercial de Zamora. Mercados tradicionales y talleres artesanales, incluyendo mercerías, sastrerías, platerías y tiendas de quincalla con productos asequibles, florecieron en esta zona, impulsando la economía local y dando lugar al nombre de calles adyacentes igualmente representativas, como la calle de Oro, la calle de la Plata, calle Caldereros y la calle de la Zapatería.
El Palacio de los Momos
Historia y Arquitectura
El Palacio de los Momos es una destacada edificación de la era renacentista que integra elementos decorativos propios del gótico isabelino. De la estructura original, únicamente ha perdurado la fachada, ya que el resto del edificio colapsó durante el mandato de Carlos II. En Zamora, la residencia de la familia Rodríguez Ledesma es ampliamente reconocida como el Palacio de los Momos, aunque la razón detrás de este nombre es desconocida para muchos.
Origen del Nombre
El término “momos” hace referencia a divinidades de la mitología griega asociadas con la locura y la burla, inspiración que se refleja en las máscaras erosionadas esculpidas en la fachada. Curiosamente, existe la creencia errónea de que el nombre deriva de las figuras desnudas que sostienen el escudo central de la fachada, detalle que ha sorprendido a los visitantes en varias ocasiones.
Legado de Pedro Rodríguez Ledesma
Pedro Rodríguez Ledesma, quien fue comendador de Peñausende y Caballero de la Orden de Santiago, jugó un papel crucial como aliado de Isabel en su conflicto con Juana por la corona de Castilla. Su palacio se erige como un testimonio excepcional de la arquitectura civil gótica de la época de los Reyes Católicos, destacando especialmente en una ciudad marcada por su legado románico.
Detalles Arquitectónicos
La fachada, elemento sobreviviente del palacio, se caracteriza por su diseño único. Presenta una puerta con arco de medio punto desplazada del eje central, flanqueada por una puerta adicional destinada al servicio, subrayando el estatus social de su propietario. Los elementos distintivos incluyen el escudo central, custodiado por dos figuras salvajes (un hombre y una mujer) vestidos con pieles, y una moldura en forma de cadena que divide los niveles inferior y superior del edificio, sugiriendo irónicamente su función actual como Palacio de Justicia. El segundo piso se adorna con ventanas enmarcadas por alfiz conopial, típicas del gótico tardío, destacando las ventanas geminadas separadas por un delgado parteluz.
Adyacente al Palacio de los Momos, en la plaza de Zorrilla, se encuentra la escultura “Madre y Niño” de Baltasar Lobo, complementando el entorno histórico y cultural del lugar.
El Puente de Piedra
Orígenes e Historia
El Puente de Piedra de Zamora, el más antiguo aún en funcionamiento, traza sus orígenes a la época medieval, siendo mencionado ya en el siglo XII. Inicialmente conocido como Puente Nuevo, se le dio este nombre para diferenciarlo del entonces Puente Viejo, cuyas ruinas aún se pueden observar río abajo. Este último se deterioró en el siglo XIV y algunos de sus componentes fueron posteriormente empleados en la construcción y mantenimiento de los molinos de agua de la ciudad.
Transformaciones a través del Tiempo
A pesar de su apariencia antigua, la estructura del Puente de Piedra ha experimentado numerosas transformaciones a lo largo de su larga historia. Cambios significativos han sido impulsados por las grandes crecidas del río y eventos históricos, resultando en diversas reformas estructurales. Hasta principios del siglo XIX, el puente conservaba almenas y dos grandes torres defensivas en sus extremos.
Por muchos años, este puente representó el único punto de acceso a Zamora desde la margen izquierda del río. Este factor estratégico permitió a Pedro I instaurar el cobro de pontazgo, un impuesto aplicado a quienes cruzaban el puente hacia la ciudad, vigente hasta el siglo XIX.
Iglesia Santa María de la Horta
Esta bonita iglesia románica fue contruída en el siglo XII y es considerada Monumento Nacional.
En el siglo XIV se construyó, anexo a ella, el Convento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, abandonado en el siglo XIX tras la desamortización de Mendizábal. Hacia el norte, sobre los restos donde estuvo instalado el claustro y las dependencias monásticas se construyó en 1896 la primera fábrica de electricidad de la ciudad -de la que permanece la chimenea-, siendo transformada en 1947 en fábrica de alcohol, funcionando hasta 1988, en que fue habilitado como establecimiento hotelero
Muralla de Zamora y Puerta de Doña Urraca
Un Recinto Amurallado con Historia
Zamora mantiene en pie segmentos significativos de su muralla, cuya construcción se remonta al siglo XI. Entre sus destacados componentes se halla la conocida Puerta de Doña Urraca, flanqueada por dos imponentes torreones y declarada Bien de Interés Cultural. Esta puerta se sitúa dentro del más relevante de los tres recintos amurallados que protegían antiguamente a Zamora.
Puerta de Doña Urraca: Un Acceso con Múltiples Nombres
Conocida a lo largo de los siglos bajo diversos nombres —Puerta de San Bartolomé en sus inicios, luego Puerta de Zambranos en el siglo XIV, y más adelante Puerta de la Reina o Puerta de Doña Urraca en el siglo XVIII—, este acceso norte del recinto amurallado es el más íntegro que se conserva. Recibe su nombre por su proximidad al palacio donde residía la reina Doña Urraca, añadiendo un profundo valor histórico y cultural a su estructura.
Presenta dos fachadas distintivas, siendo la exterior la más destacada. Se caracteriza por un arco de entrada custodiado por dos torreones semicirculares, que están conectados por una cornisa en la parte superior.
Un cuadro del siglo XVI, encontrado en la Iglesia de San Antolín, ofrece una imagen fiel de cómo era originalmente la puerta. A pesar de su excelente estado de conservación actual, la obra revela que la estructura original ha perdido algunos de sus elementos decorativos primigenios, marcando un testimonio de la historia arquitectónica de Zamora.
Museo de Semana Santa
Orígenes y Propósito
El Museo de la Semana Santa de Zamora fue fundado en 1957 por la Junta Pro Semana Santa, con el noble objetivo de preservar y mostrar al público las procesiones emblemáticas que recorren las calles de Zamora durante la celebración de la Semana Santa. Este espacio cultural abrió sus puertas a los visitantes el 9 de septiembre de 1964, convirtiéndose en un centro de interpretación y divulgación de una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad.
Historia y Significado de la Semana Santa Zamorana
La primera mención documentada de la Semana Santa en Zamora data del siglo XIII. En la Edad Media, monasterios y conventos, especialmente aquellos pertenecientes a las órdenes mendicantes, organizaban procesiones que recorrían los claustros y las calles, con el propósito de enseñar a los fieles los eventos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo de manera didáctica y espiritual. Estas celebraciones funcionaban como un catecismo visual, profundamente impactante, que comunicaba el mensaje del cristianismo. A lo largo de los siglos, Zamora ha conseguido preservar el espíritu original de sus procesiones, caracterizadas por la austeridad, el silencio y la oración, elementos que definen esencialmente la Semana Santa en esta ciudad. La tradición y antigüedad de sus cofradías se ve enriquecida por la calidad artística de los pasos procesionales.
El Museo y sus Colecciones
Situado en el corazón del casco antiguo de Zamora, el Museo de la Semana Santa alberga treinta y siete pasos procesionales que narran los episodios de la Pasión de Cristo, obra de destacados imagineros como Ramón Álvarez, Mariano Benlliure, Quintín de la Torre, Aurelio de la Iglesia y Ricardo Segundo, entre otros.
Información para Visitantes
El museo se localiza en la Plaza de Santa María la Nueva 1, 49001 Zamora. Para aquellos interesados en visitarlo, está abierto de martes a sábados de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, mientras que los domingos y festivos el horario es de 10:00 a 14:00. Los lunes permanece cerrado.