Mirador del Terraplén

Al lado de la Plaza Mayor de Fermoselle, disfrutando del ambiente y del ir y venir de la gente, cuando alguien nos dijo: “Por ahí abajo hay un mirador precioso, pero hay que ir andando”. Y allá que fuimos, por la calle Terraplén, una de esas callejuelas que parecen querer esconder algo.
Es estrecha, empedrada, con casas que parecen susurrarte al pasar. Al final del recorrido, tras unas escaleras que bajamos casi en silencio, nos encontramos con uno de esos rincones que te hacen parar en seco: el Mirador del Terraplén.
Acceso y Ubicación del Mirador del Terraplén
Desde allí, la vista se abre como un regalo inesperado. Campos ondulados, vides, árboles, y ese horizonte sereno tan típico de la comarca. Todo en calma. Es un lugar que no impresiona por lo grandioso, sino por lo íntimo. Te hace sentir que estás viendo Fermoselle desde dentro, desde su alma más tranquila.
Lo mejor de todo es que solo se puede llegar caminando. No hay coches, no hay ruido, solo el crujido de tus pasos y el susurro del viento. Esa limitación se convierte en virtud, porque hace que la experiencia sea más auténtica, más tuya.
Si estás en Fermoselle, no lo dudes: busca la calle Terraplén y déjate llevar. Al final del camino te espera uno de esos lugares que no salen en los mapas, pero que se quedan para siempre en la memoria.
Orientación Estratégica:
Una de las características distintivas del Mirador del Terraplén es su orientación hacia el oeste.
Esta posición estratégica nos brindó la oportunidad de maravillarnos con los extensos campos de árboles frutales, olivos y viñas que se despliegan ante nosotros
La vista panorámica se convierte en una obra maestra natural, destacando la belleza del sistema de bancales de Arribes del Duero.
Estas terrazas escalonadas, protegidas por pequeños muros de piedra, dan testimonio de la ancestral conexión entre la tierra y sus habitantes.
Vistas desde el Mirador del Terraplén:
Desde la posición elevada del Mirador del Terraplén, contemplamos no sólo la majestuosidad de los campos cultivados, sino también una parte del pintoresco pueblo que se despliega a lo lejos. La vista abarca el bonito río Duero, que serpentea a través del paisaje, añadiendo un toque sereno y fluido a la escena. La combinación de los campos fértiles y el río crea una armonía visual que deja una impresión duradera en la mente de quienes tenemos el privilegio de disfrutarla.